Los temas de los cuatro domingos de los evangelios de Lucas son los siguientes: - el constructor precavido; - las parábolas de la misericordia; el administrador precavido; Lázaro en la mesa del rico Epulón. Los últimos tres domingos tienen que ver con la verdadera justicia.
El primer lunes de septiembre inicia la lectura continuada de Lucas en la sinagoga de Nazaret: Jesús iniciando su misión. Lecturas que se extenderán hasta el final del año litúrgico, terminando en noviembre.
4 al 10 de septiembre 2022
Vigésima tercera Semana del tiempo ordinario
La lectura del Evangelio según Lucas de este domingo, Jesús nos muestra todas las exigencias para seguir a Cristo, dando prioridad absoluta a: la renuncia a los afectos familiares comprometedores y de todos los bienes materiales optando por el camino angosto, la puerta estrecha.
El lunes continúa la lectura de Lucas con una curación en sábado en contra de la ley estricta e injusta de los fariseos y llama a 12 de sus discípulos para un seguimiento más cercano, consolidando su determinación de seguimiento con numerosos milagros.
El miércoles Jesús proclama las bienaventuranzas, que en Lucas se reducen a 4, y las malaventuranzas y el jueves la regla de oro “hagan a los demás lo que quieren recibir” y finalmente la ley del amor a los enemigos. Termina la semana con la práctica de la voluntad del Señor.
Domingo 4 de septiembre de 2022
Evangelio según Lucas 14,25-33
Discípulo era una persona que, como alumno o adherente, sigue las enseñanzas de otra, especialmente las de un maestro público. Se relaciona con el verbo manthán, "aprender"; de allí que signifique "aprendiz", "alumno", "adherente".
Caminaba con Jesús un gran gentío. Se volvió hacia ellos y les dijo:
«Si alguno quiere venir a mí y no pospone a su padre y a su madre, a su mujer y a sus hijos, sus hermanos y hermanas, e incluso a su propia persona, no puede ser discípulo mío.
El que no carga con su propia cruz para seguirme luego, no puede ser discípulo mío.
Cuando uno de ustedes quiere construir una casa en el campo, ¿no comienza por sentarse y hacer las cuentas, para ver si tiene para terminarla? Porque si pone los cimientos y después no puede acabar la obra, todos los que lo vean se burlarán de él, diciendo: ¡Ese hombre comenzó a edificar y no fue capaz de terminar!
Y cuando un rey parte a pelear contra otro rey, ¿no se sienta antes para pensarlo bien? ¿Podrá con sus diez mil hombres hacer frente al otro que viene contra él con veinte mil? Y si no puede, envía mensajeros mientras el otro está aún lejos para llegar a un arreglo.
Esto vale para ustedes: el que no renuncia a todo lo que tiene, no podrá ser discípulo mío.
Pasajes paralelos en los Evangelios según: Mt 10,37; 19,29 y 10,38; 16,24. Mc 8,34.
Lunes 5 de septiembre de 2022
Evangelio según Lucas 6,6-11
María y José impusieron el nombre de Jesús a su propio hijo. Jesús fue el sujeto de las profecías, el Mesías esperado. Es Iehosua, o sea, Yavé salva. Es el nombre propio del hijo de María y el nombre que más coincide a su vocación: el Dios que salva.
Otro sábado Jesús había entrado en la sinagoga y enseñaba. Había allí un hombre que tenía paralizada la mano derecha. Los maestros de la Ley y los fariseos espiaban a Jesús para ver si hacía una curación en día sábado y encontrar así motivo para acusarlo.
Pero Jesús, que conocía sus pensamientos, dijo al hombre que tenía la mano paralizada: «Levántate y ponte ahí en medio.» El se levantó y permaneció de pie. Entonces Jesús les dijo: «A ustedes les pregunto: ¿Qué permite hacer la Ley en día sábado: hacer el bien o hacer daño, salvar una vida o destruirla?»
Paseando entonces su mirada sobre todos ellos, dijo al hombre: «Extiende tu mano.» Lo hizo, y su mano quedó sana. Pero ellos se llenaron de rabia y comenzaron a discutir entre sí qué podrían hacer contra Jesús.
Pasajes paralelos en los Evangelios según: Mt 12,9-14. Mc 3,1-6. Lc 13,10-17.
Martes 6 de septiembre de 2022
Evangelio según Lucas 6,12-19
La curación se consideraba, de hecho, el resultado de un ritual al que se sometía a un enfermo y no tanto por los efectos de la medicina. Muestra de ello se encuentra en el Levítico 13-14, en relación con enfermedades cutáneas, identificadas a menudo de lepra.
La sanación podía ser obra de algún taumaturgo (cf. Mt 11,5; Jn 9,2s), o de algún dios curador que actuaba por mediación de sus sacerdotes y profetas (2R 5,1-19). En algunos casos tenía valor de signo.
En aquellos días se fue a orar a un cerro y pasó toda la noche en oración con Dios. Al llegar el día llamó a sus discípulos y escogió a doce de ellos, a los que llamó apóstoles: Simón, al que le dio el nombre de Pedro, y su hermano Andrés, Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago, hijo de Alfeo, Simón, apodado Zelote, Judas, hermano de Santiago, y Judas Iscariote, que fue el traidor.
Jesús bajó con ellos y se detuvo en un lugar llano. Había allí un numeroso grupo de discípulos suyos y una cantidad de gente procedente de toda Judea y de Jerusalén y también de la costa de Tiro y de Sidón. Habían venido para oírlo y para que los sanara de sus enfermedades; también los atormentados por espíritus malos recibían curación.
Por eso cada cual trataba de tocarlo, porque de él salía una fuerza que los sanaba a todos.
Pasajes paralelos en los Evangelios según: Mt 10,1-4; 4,24-25. Mc 3,13-19; 3,7-12.
Miércoles 7 de septiembre de 2022
Evangelio según Lucas 6,20-26
Los pobres, en el texto bíblico, son aquellos que ponen toda su confianza en Dios, a semejanza de los que nada poseen y todo lo esperan de Dios, y trabajan animosamente para aprovechar los dones del Señor y que todo ser humano posee desde su nacimiento.
El, entonces, dirigió la mirada hacia sus discípulos y les dijo:
«Felices ustedes los pobres, porque de ustedes es el Reino de Dios. 21 Felices ustedes los que ahora tienen hambre, porque serán saciados. Felices ustedes los que lloran, porque reirán.
Felices ustedes si los hombres los odian, los expulsan, los insultan y los consideran unos delincuentes a causa del Hijo del Hombre. Alégrense en ese momento y llénense de gozo, porque les espera una recompensa grande en el cielo. Recuerden que de esa manera trataron también a los profetas en tiempos de sus padres.
Pero ¡pobres de ustedes, los ricos, porque tienen ya su consuelo!
¡Pobres de ustedes, los que ahora están satisfechos, porque después tendrán hambre!
¡Pobres de ustedes los que ahora ríen, porque van a llorar de pena!
¡Pobres de ustedes cuando todos hablen bien de ustedes, porque de esa misma manera trataron a los falsos profetas en tiempos de sus antepasados!
Pasajes paralelos en el Evangelio según: Mt 5,1-12.
Jueves 8 de septiembre de 2022
Evangelio según Lucas 6,27-38
El amor a los enemigos es un mandamiento explícito de Jesús (Mt 5,44; Lc 6,27.35) aunque algunos autores afirman que está implícito en las enseñanzas del A.T.
Yo les digo a ustedes que me escuchan: amen a sus enemigos, hagan el bien a los que los odian, bendigan a los que los maldicen, rueguen por los que los maltratan. Al que te golpea en una mejilla, preséntale también la otra. Al que te arrebata el manto, entrégale también el vestido.
Da al que te pide, y al que te quita lo tuyo, no se lo reclames.
Traten a los demás como quieren que ellos les traten a ustedes. Porque si ustedes aman a los que los aman, ¿qué mérito tienen? Hasta los malos aman a los que los aman. Y si hacen bien a los que les hacen bien, ¿qué gracia tiene? También los pecadores obran así. Y si prestan algo a los que les pueden retribuir, ¿qué gracia tiene? También los pecadores prestan a pecadores para que éstos correspondan con algo.
Amen a sus enemigos, hagan el bien y presten sin esperar nada a cambio. Entonces la recompensa de ustedes será grande y serán hijos del Altísimo, que es bueno con los ingratos y los pecadores.
Sean compasivos como es compasivo el Padre de ustedes.
No juzguen y no serán juzgados; no condenen y no serán condenados; perdonen y serán perdonados.
Den, y se les dará; se les echará en su delantal una medida colmada, apretada y rebosante. Porque con la medida que ustedes midan serán medidos ustedes.»
Pasajes paralelos en los Evangelios según: Mt 5,39-46; 7,1-2.12. Lc 12,33.
Viernes 9 de septiembre de 2022
Evangelio según Lucas 6,39-42
El ojo es el órgano de la visión y espejo del alma. Es el principal instrumento del conocimiento (cf. Job 24,15) así pues fuera de los ojos significa “sin saberlo” (cf. Nm 15,24), el hombre del ojo abierto es el vidente (cf. Nm 24,3.15). Lo que no se entiende permanece oculto a los ojos (Lc 19,42).
Jesús les puso también esta comparación: «¿Puede un ciego guiar a otro ciego? Ciertamente caerán ambos en algún hoyo.
El discípulo no está por encima de su maestro, pero si se deja formar, se parecerá a su maestro.
¿Y por qué te fijas en la pelusa que tiene tu hermano en un ojo, si no eres consciente de la viga que tienes en el tuyo? ¿Cómo puedes decir a tu hermano: ‘’Hermano, deja que te saque la pelusa que tienes en el ojo’’, si tú no ves la viga en el tuyo? Hipócrita, saca primero la viga de tu propio ojo para que veas con claridad, y entonces sacarás la pelusa del ojo de tu hermano.
Pasajes paralelos en los Evangelios Según: Mt 15,14; 10,24-25; 12,33-35. Jn 13,16; 15,20.
Sábado 10 de septiembre de 2020
Evangelio según Lucas 6,43-49
Betfagé, la aldea donde Jesús consiguió el burrito, significa casa de los higos. La cosecha principal se da en agosto y era uno de los tres frutos más importantes de la Palestina bíblica, junto al sicómoro y la uva.
No hay árbol bueno que dé frutos malos, ni tampoco árbol malo que dé frutos buenos. Cada árbol se conoce por sus frutos. No se recogen higos de los espinos ni se sacan uvas de las zarzas. Así, el hombre bueno saca cosas buenas del tesoro que tiene en su corazón, mientras que el malo, de su fondo malo saca cosas malas. La boca habla de lo que está lleno el corazón.
¿Por qué me llaman: ¡Señor! ¡Señor!, y no hacen lo que digo?
Les voy a decir a quién se parece el que viene a mí y escucha mis palabras y las practica. Se parece a un hombre que construyó una casa; cavó profundamente y puso los cimientos sobre la roca; vino una inundación y la corriente se precipitó sobre la casa, pero no pudo removerla porque estaba bien construida.
Por el contrario, el que escucha, pero no pone en práctica, se parece a un hombre que construyó su casa sobre tierra, sin cimientos. La corriente se precipitó sobre ella y en seguida se desmoronó, siendo grande el desastre de aquella casa.
Pasajes paralelos en el Evangelio Según: Mt 12,33-35; 7,16-18.21.24-27.
11 al 17 de septiembre 2022
Vigésima cuarta Semana del tiempo ordinario
La lectura de la perícopa evangélica de este domingo nos presenta todo el capítulo 15 de Lucas, y comprende las tres parábolas de la misericordia. La primera de ella es “la oveja perdida”, la segunda de las monedas extraviadas y se cerrará el capítulo con “el hijo perdido”.
Los evangelios continuados de Lucas, desde el lunes hasta el sábado, nos presentan los siguientes temas: la fe del centurión romano, la viuda de Naim, Jesús ser humano, la mujer pecadora, las mujeres seguidoras de Jesús y la semilla como palabra de Dios.
Domingo 11 de septiembre de 2022
Evangelio según Lucas 15,1-32
En le época de Jesús los publicanos eran recaudadores de impuestos al servicio del poder romano, y con frecuencia se excedían de lo establecido. Ellos cobraban los derechos de tránsito y los impuestos sobre mercancía importada, y podían manejar el dinero para préstamos usureros.
Los publicanos y pecadores se acercaban a Jesús para escucharle. Por esto los fariseos y los maestros de la Ley lo criticaban entre sí: «Este hombre da buena acogida a los pecadores y come con ellos.»
Entonces Jesús les dijo esta parábola: «Si alguno de ustedes pierde una oveja de las cien que tiene, ¿no deja las otras noventa y nueve en el desierto y se va en busca de la que se le perdió hasta que la encuentra? Y cuando la encuentra, se la carga muy feliz sobre los hombros, 6 y al llegar a su casa reúne a los amigos y vecinos y les dice: “Alégrense conmigo, porque he encontrado la oveja que se me había perdido.”
Yo les digo que de igual modo habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que vuelve a Dios que por noventa y nueve justos que no tienen necesidad de convertirse.
Y si una mujer pierde una moneda de las diez que tiene, ¿no enciende una lámpara, barre la casa y busca cuidadosamente hasta que la encuentra? Y apenas la encuentra, reúne a sus amigas y vecinas y les dice: “Alégrense conmigo, porque hallé la moneda que se me había perdido”. De igual manera, yo se lo digo, hay alegría entre los ángeles de Dios por un solo pecador que se convierte.»
Jesús continuó: «Había un hombre que tenía dos hijos. El menor dijo a su padre: “Dame la parte de la hacienda que me corresponde.” Y el padre repartió sus bienes entre los dos.
El hijo menor juntó todos sus haberes, y unos días después se fue a un país lejano. Allí malgastó su dinero llevando una vida desordenada. Cuando ya había gastado todo, sobrevino en aquella región una escasez grande y comenzó a pasar necesidad. Fue a buscar trabajo y se puso al servicio de un habitante del lugar, que lo envió a su campo a cuidar cerdos. Hubiera deseado llenarse el estómago con las bellotas que daban a los cerdos, pero nadie se las daba.
Finalmente recapacitó y se dijo: “¡Cuántos asalariados de mi padre tienen pan de sobra, mientras yo aquí me muero de hambre!
Tengo que hacer algo: volveré donde mi padre y le diré: Padre, he pe cado contra Dios y contra ti. Ya no merezco ser llamado hijo tuyo. Trátame como a uno de tus asalariados.”
Se levantó, pues, y se fue donde su padre. Estaba aún lejos, cuando su padre lo vio y sintió compasión; corrió a echarse a su cuello y lo besó. Entonces el hijo le habló: «Padre, he pecado contra Dios y ante ti. Ya no merezco ser llamado hijo tuyo.»
Pero el padre dijo a sus servidores: «¡Rápido! Traigan el mejor vestido y pónganselo. Colóquenle un anillo en el dedo y traigan calzado para sus pies. Traigan el ternero gordo y mátenlo; comamos y hagamos fiesta, porque este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a la vida; estaba perdido y lo hemos encontrado.» Y comenzaron la fiesta.
El hijo mayor estaba en el campo. Al volver, cuando se acercaba a la casa, oyó la orquesta y el baile. Llamó a uno de los muchachos y le preguntó qué significaba todo aquello. El le respondió: «Tu hermano ha regresado a casa, y tu padre mandó matar el ternero gordo por haberlo recobrado sano y salvo.»
El hijo mayor se enojó y no quiso entrar. Su padre salió a suplicarle. Pero él le contestó: «Hace tantos años que te sirvo sin haber desobedecido jamás ni una sola de tus órdenes, y a mí nunca me has dado un cabrito para hacer una fiesta con mis amigos. Pero ahora que vuelve ese hijo tuyo que se ha gastado tu dinero con prostitutas, haces matar para él el ternero gordo.»
El padre le dijo: «Hijo, tú estás siempre conmigo y todo lo mío es tuyo. Pero había que hacer fiesta y alegrarse, puesto que tu hermano estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y ha sido encontrado.»
Pasaje paralelo en el Evangelio Según: Mt 18,12-14.
Lunes 12 de septiembre de 2022
Evangelio según Lucas 7,1-10
Centurión, o capitán, era un oficial romano que mandaba una centuria, la unidad más reducida de la infantería romana, que constaba de sesenta a cien soldados.
Cuando terminó de enseñar al pueblo con estas palabras, Jesús entró en Cafarnaúm.
Había allí un capitán que tenía un sirviente muy enfermo al que quería mucho, y que estaba a punto de morir. Habiendo oído hablar de Jesús, le envió algunos judíos importantes para rogarle que viniera y salvara a su siervo. Llegaron donde Jesús y le rogaron insistentemente, diciéndole: «Este hombre se merece que le hagas este favor, pues ama a nuestro pueblo y nos ha construido una sinagoga.»
Jesús se puso en camino con ellos. No estaban ya lejos de la casa cuando el capitán envió a unos amigos para que le dijeran: «Señor, no te molestes, pues ¿quién soy yo, para que entres bajo mi techo? Por eso ni siquiera me atreví a ir personalmente donde ti. Basta que tú digas una palabra y mi sirviente se sanará. Yo mismo, a pesar de que soy un subalterno, tengo soldados a mis órdenes, y cuando le ordeno a uno: “Vete”, va; y si le digo a otro: “Ven”, viene; y si digo a mi sirviente: “Has esto”, lo hace.»
Al oír estas palabras, Jesús quedó admirado, y volviéndose hacia la gente que lo seguía, dijo: «Les aseguro que ni siquiera en Israel he hallado una fe tan grande.»
Y cuando los enviados regresaron a casa, encontraron al sirviente totalmente restablecido.
Pasajes paralelos en los Evangelios según: Mt 8,5-10.13. Jn 4, 46-54.
Martes 13 de septiembre de 2022
Evangelio según Lucas 7,11-17
Naim es una pequeña aldea que todavía lleva este nombre en la llanura de Jezreel, unos cuantos Km al sur de Nazaret, en el borde del Hermón menor, y generalmente se le acepta como el escenario del relato evangélico de la siguiente perícopa.
Jesús se dirigió poco después a un pueblo llamado Naín, y con él iban sus discípulos y un buen número de personas. Cuando llegó a la puerta del pueblo, sacaban a enterrar a un muerto: era el hijo único de su madre, que era viuda, y mucha gente del pueblo la acompañaba.
Al verla, el Señor se compadeció de ella y le dijo: «No llores.» Después se acercó y tocó el féretro. Los que lo llevaban se detuvieron. Dijo Jesús entonces: «Joven, yo te lo mando, levántate.» Se incorporó el muerto inmediatamente y se puso a hablar. Y Jesús se lo entregó a su madre.
Un santo temor se apoderó de todos y alababan a Dios, diciendo: «Es un gran profeta el que nos ha llegado. Dios ha visitado a su pueblo.» Lo mismo se rumoreaba de él en todo el país judío y en sus alrededores.
Miércoles 14 de septiembre de 2022
Evangelio según Lucas 7,31-35
Juan Bautista es hijo del sacerdote Zacarías y de Isabel (Lc 1,5). El escritor judío Josefo hace referencia a la actividad de Juan el Bautista el profeta en el año 27-28 de nuestra era (Ant. 18,116-119)
¿Con quién puedo comparar a los hombres del tiempo presente? Son como niños sentados en la plaza, que se quejan unos de otros: ‘’Les tocamos la flauta y no han bailado; les cantamos canciones tristes y no han querido llorar. ’’
Porque vino Juan el Bautista, que no comía pan ni bebía vino, y dijeron: Está endemoniado. Luego vino el Hijo del Hombre, que come y bebe, y dicen: Es un comilón y un borracho, amigo de cobradores de impuestos y de pecadores. Sin embargo, los hijos de la Sabiduría la reconocen en su manera de actuar.»
Pasajes paralelos en los Evangelios Según: Mt 11,16-19. Jn 6,35.
Jueves 15 de septiembre de 2022
Evangelio según Lucas 7,36-50
Los judíos comían sentados a una mesa como lo hacemos nosotros, pero en las fiestas se colocaban divanes con almohadones para que la gente se reclinase y descansase con comodidad, ocupando lugares según la categoría de cada uno.
Un fariseo invitó a Jesús a comer. Entró en casa del fariseo y se reclinó en el sofá para comer. En aquel pueblo había una mujer conocida como una pecadora; al enterarse de que Jesús estaba comiendo en casa del fariseo, tomó un frasco de perfume, se colocó detrás de él, a sus pies, y se puso a llorar. Sus lágrimas empezaron a regar los pies de Jesús y ella trató de secarlos con su cabello. Luego le besaba los pies y derramaba sobre ellos el perfume.
Al ver esto el fariseo que lo había invitado, se dijo interiormente: «Si este hombre fuera profeta, sabría que la mujer que lo está tocando es una pecadora, conocería a la mujer y lo que vale.»
Pero Jesús, tomando la palabra, le dijo: «Simón, tengo algo que decirte.» Simón contestó: «Habla, Maestro.» Y Jesús le dijo: «Un prestamista tenía dos deudores: uno le debía quinientas monedas y el otro cincuenta. Como no tenían con qué pagarle, les perdonó la deuda a ambos. ¿Cuál de los dos lo querrá más?»
Simón le contestó: «Pienso que aquel a quien le perdonó más.» Y Jesús le dijo: «Has juzgado bien.»
Y volviéndose hacia la mujer, dijo a Simón: «¿Ves a esta mujer? Cuando entré en tu casa, no me ofreciste agua para los pies, mientras que ella me ha lavado los pies con sus lágrimas y me los ha secado con sus cabellos. Tú no me has recibido con un beso, pero ella, desde que entró, no ha dejado de cubrirme los pies de besos. Tú no me ungiste la cabeza con aceite; ella, en cambio, ha derramado perfume sobre mis pies.
Por eso te digo que sus pecados, sus numerosos pecados, le quedan perdonados, por el mucho amor que ha manifestado. En cambio aquel al que se le perdona poco, demuestra poco amor.»
Jesús dijo después a la mujer: «Tus pecados te quedan perdonados». Y los que estaban con él a la mesa empezaron a pensar: «¿Así que ahora pretende perdonar pecados?»
Pero de nuevo Jesús se dirigió a la mujer: «Tu fe te ha salvado, vete en paz.».
Viernes 16 de septiembre de 2022
Evangelio según Lucas 8,1-3
Las mujeres son testigos importantes y únicos en la vida de Jesús. Las encontramos en:
Mt 14,21; Mt 27,55. Mt 28,15. Mc 15,40. Lc 8,2; 11,27; 23,27; 23,49,55; 24,1,10,22,24. Además hay muchas mujeres que están citadas en singular, y tuvieron que ver en forma extraordinaria con la vida de Jesús, como: María su madre, la Magdalena, Marta la hermana de Lázaro, María la madre de Santiago y de José, la madre de los hijos de Zebedeos, Salomé, la samaritana y otras.
Jesús iba recorriendo ciudades y aldeas predicando y anunciando la Buena Nueva del Reino de Dios. Lo acompañaban los Doce y también algunas mujeres a las que había curado de espíritus malos o de enfermedades: María, por sobrenombre Magdalena, de la que habían salido siete demonios; Juana, mujer de un administrador de Herodes, llamado Cuza; Susana, y varias otras que los atendían con sus propios recursos.
Pasajes paralelos en los Evangelios Según: Mt 4,23; 9,35; 2755-56. Mc 1,39; 15,40-41. Lc 4, 43-44, 23,49; 24,10.
Sábado 17 de septiembre de 2022
Evangelio según Lucas 8,4-15
La parábola es semejante a una alegoría para ilustrar una verdad espiritual con ejemplos de la vida real, del ambiente campesino y familiar donde predicaba Jesús. El reino de los cielos es semejante a: la semilla, el campo, las monedas, etc. Jesús contó más de 40 parábolas.
Un día se congregó un gran número de personas, pues la gente venía a verlo de todas las ciudades, y Jesús se puso a hablarles por medio de comparaciones o parábolas:
«El sembrador salió a sembrar. Al ir sembrando, una parte del grano cayó a lo largo del camino, lo pisotearon y las aves del cielo lo comieron. Otra parte cayó sobre rocas; brotó, pero luego se secó por falta de humedad. Otra cayó entre espinos, y los espinos crecieron con la semilla y la ahogaron. Y otra cayó en tierra buena, creció y produjo el ciento por uno.» Al terminar, Jesús exclamó: «Escuchen, pues, si ustedes tienen oídos para oír.»
Sus discípulos le preguntaron qué quería decir aquella comparación. Jesús les contestó: «A ustedes se les concede conocer los misterios del Reino de Dios, mientras que a los demás les llega en parábolas. Así, pues, mirando no ven y oyendo no comprenden.
Aprendan lo que significa esta comparación: La semilla es la palabra de Dios. Los que están a lo largo del camino son los que han escuchado la palabra, pero después viene el diablo y la arranca de su corazón, pues no quiere que crean y se salven. Lo que cayó sobre la roca son los que, al escuchar la palabra, la acogen con alegría, pero no tienen raíz; no creen más que por un tiempo y fallan en la hora de la prueba. Lo que cayó entre espinos son los que han escuchado, pero las preocupaciones, las riquezas y los placeres de la vida los ahogan mientras van caminando, y no llegan a madurar. Y lo que cae en tierra buena son los que reciben la palabra con un corazón noble y generoso, la guardan y, perseverando, dan fruto.
Pasajes paralelos de los evangelios según: Mc 4,1-20. Mt 13,1-9.18-23; 13,10-11.13.
18 al 24 de septiembre 2022
Vigésima quinta semana del tiempo ordinario
Este domingo se nos presenta la parábola del administrador. Recordemos que las parábolas son semejanzas y no historias sucedidas. Detrás de cada parábola hay muchas enseñanzas que podemos recabar y una es esta: si no somos capaces de administrar las cosas humanas menos somos capaces de encargarnos de las cosas de Dios.
En la semana leemos las perícopas de Lucas que nos hablan de: la lámpara encendida puesta para iluminar, los verdaderos hermanos de Jesús, las condiciones para ser discípulos de Jesús, el problema de Herodes, un nuevo anuncio de la pasión y muerte de Jesús.
Domingo 18 de septiembre de 2022
Evangelio según Lucas 16,1-13
La palabra aceite (del árabe az-zait, el jugo de la oliva, y éste del arameo zayta) es un término genérico para designar numerosos líquidos grasos de orígenes diversos que no se disuelven en el agua y que tienen menos densidad que ésta. Es sinónimo de óleo, del latín oleum, pero este término se emplea sólo para los sacramentos de la Iglesia Católica y en el arte de la pintura.
Jesús dijo también a sus discípulos: «Había un hombre rico que tenía un administrador, y le vinieron a decir que estaba malgastando sus bienes. Lo mandó llamar y le dijo: «¿Qué oigo decir de ti? Dame cuenta de tu administración, porque ya no continuarás en ese cargo.»
El administrador se dijo: «¿Qué voy a hacer ahora que mi patrón me despide de mi empleo? Para trabajar la tierra no tengo fuerzas, y pedir limosna me da vergüenza. Ya sé lo que voy a hacer para que, cuando me quiten el cargo, tenga gente que me reciba en su casa.» Llamó uno por uno a los que tenían deudas con su patrón, y dijo al primero: «¿Cuánto debes a mi patrón?» Le contestó: «Cien barriles de aceite.» Le dijo el administrador: «Toma tu recibo, siéntate y escribe en seguida cincuenta.» Después dijo a otro: «Y tú, ¿cuánto le debes?» Contestó: «Cuatrocientos quintales de trigo.» Entonces le dijo: «Toma tu recibo y escribe trescientos.»
El patrón admiró la manera tan inteligente de actuar de ese administrador que lo estafaba. Pues es cierto que los ciudadanos de este mundo sacan más provecho de sus relaciones sociales que los hijos de la luz.
Por eso les digo: Utilicen el dinero sucio para hacerse amigos, para que cuando les llegue a faltar, los reciban a ustedes en las moradas eternas.
El que ha sido digno de confianza en cosas sin importancia, será digno de confianza también en las importantes; y el que no ha sido honrado en las cosas mínimas, tampoco será honrado en las cosas importantes.
Por lo tanto, si ustedes no han sido dignos de confianza en manejar el sucio dinero, ¿quién les va a confiar los bienes verdaderos? Y si no se han mostrado dignos de confianza con cosas ajenas, ¿quién les confiará los bienes que son realmente nuestros?
Ningún siervo puede servir a dos patrones, porque necesariamente odiará a uno y amará al otro o bien será fiel a uno y despreciará al otro. Ustedes no pueden servir al mismo tiempo a Dios y al Dinero.
Pasajes paralelos en los Evangelios según: Mt 25,21; 6,24. Lc 19,17.
Lunes 19 de septiembre de 2022
Evangelio según Lucas 8,16-18
La luz está relacionada con el gozo, la bendición y la vida, en contraste con el dolor, la adversidad y la muerte (cf. Gn 1,3s; Jb 10,22; 18,5s). En tiempos primitivos ya significaba la presencia y el favor de Dios (cf. salmo 27,1. Is 9,2. 2Cor 4,6), en contraste con el juicio de Dios (Am 5,18). De esta y otra fuente surge un dualismo efectivo muy marcado entre la luz y la tiniebla, es decir, entre el bien y el mal.
Nadie enciende una lámpara para cubrirla con una vasija o para colocarla debajo de la cama. Por el contrario, la pone sobre un candelero para que los que entren vean la luz. No hay nada escondido que no deba ser descubierto, ni nada tan secreto que no llegue a conocerse y salir a la luz. Por tanto, fíjense bien en la manera como escuchan. Porque al que produce se le dará, y al que no tiene se le quitará hasta lo que cree tener.»
Pasajes paralelos en los Evangelios según: Mc 4,21-22. Mt 5,15; 10,26; 13,12; 25,29. Lc 11,13; 12,2.
Martes 20 de septiembre de 2022
Evangelio según Lucas 8,19-21
El parentesco consistía básicamente en la posesión de una misma sangre, y era más fuerte cuanto más cercana a su origen en la casa del padre, pero no se perdía en las ramificaciones más alejadas de la relación familiar. El término primos no existía en el idioma hebreo pero sí en el griego-koiné. Desde allí la confusión surgida para determinar si Jesús tenía hermanos o solamente primos.
Su madre y sus hermanos querían verlo, pero no podían llegar hasta él por el gentío que había. Alguien dio a Jesús este recado: «Tu madre y tus hermanos están fuera y quieren verte.» Jesús respondió: «Mi madre y mis hermanos son los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen.»
Pasajes paralelos en los Evangelios según: Mc 3,31-35. Mt 12,46-50.
Miércoles 21 de septiembre de 2022
Evangelio según Lucas 9,1-6
El seguimiento de Jesús implica fe y abandono en Dios. Los requerimientos elegidos por el Maestro varían según los evangelistas, pero todos subrayan la necesidad de ser de ejemplo de desprendimiento y de confianza plena en la providencia.
Jesús reunió a los Doce y les dio autoridad para expulsar todos los malos espíritus y poder para curar enfermedades. Después los envió a anunciar el Reino de Dios y devolver la salud a las personas.
Les dijo: «No lleven nada para el camino: ni bolsa colgada del bastón, ni pan, ni plata, ni siquiera vestido de repuesto. Cuando los reciban en una casa, quédense en ella hasta que se vayan de ese lugar. Pero donde no los quieran recibir, no salgan del pueblo sin antes sacudir el polvo de sus pies: esto será un testimonio contra ellos.»
Ellos partieron a recorrer los pueblos; predicaban la Buena Nueva y hacían curaciones en todos los lugares.
Pasajes paralelos los Evangelios según: Mt 10,1.5.8.9-14; 8,3. Mc 6,7-13.
Jueves 22 de septiembre de 2022
Evangelio según Lucas 9,7-9
Herodes Antipas, hijo de Herodes el grande, heredó los territorios de Galilea y Perea. En los evangelios ocupa un lugar prominente, principalmente por su participación en el encarcelamiento y ejecución de Juan el Bautista (Mr 6,14-28) y por su breve encuentro con Jesús, cuando este le fue enviado por Pilatos para ser juzgado (Lc 23,7ss).
El virrey Herodes se enteró de todo lo que estaba ocurriendo y no sabía qué pensar, porque unos decían: «Es Juan, que ha resucitado de entre los muertos»; y otros: «Es Elías que ha reaparecido»; y otros: «Es alguno de los antiguos profetas que ha resucitado.» Pero Herodes se decía: «A Juan le hice cortar la cabeza. ¿Quién es entonces éste, del cual me cuentan cosas tan raras?» Y tenía ganas de verlo.
Pasajes paralelos en los Evangelios según: Mc 14,1-2. Mt 14,14-16.
Viernes 23 de septiembre de 2022
Evangelio según Lucas 9,18-22
El profeta Elías, el tesbita de Galaad, vivió y profetizó en el Reino del Norte, en el siglo IX, durante el reinado de Ajab y Jezabel. Fue un profeta popular que realizó milagros y llevó esperanza a la gente humilde. Era todavía recordado y admirado en el tiempo de Jesús.
Un día Jesús se había apartado un poco para orar, pero sus discípulos estaban con él. Entonces les preguntó: «Según el parecer de la gente, ¿quién soy yo?»
Ellos contestaron: «Unos dicen que eres Juan Bautista, otros que Elías, y otros que eres alguno de los profetas antiguos que ha resucitado.» Entonces les preguntó: «Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?» Pedro respondió: «Tú eres el Cristo de Dios.»
Jesús les hizo esta advertencia: «No se lo digan a nadie».
Y les decía: «El Hijo del Hombre tiene que sufrir mucho y ser rechazado por las autoridades judías, por los jefes de los sacerdotes y por los maestros de la Ley. Lo condenarán a muerte, pero tres días después resucitará.»
Pasajes paralelos en los Evangelios según: Mc 8,27-30; 8,31. Mt 16,13-21.
Sábado 24 de septiembre de 2022
Evangelio según Lucas 9,43b-45
Es necesario al discípulo del sabio “escuchar” (cf. Sl 34,12); si “escucha” se le alaba (cf. Pr 8,34), porque escuchar y adquirir la sabiduría son lo mismo (Pr 23,19).
Escuchar, la actitud que el suplicante espera de Dios misericordioso (cf. Ex 22,26), al cual clama y suplica (Sl 4,2). Si Dios no escucha sólo puede deberse a la maldad de los hombres (Is 59,1-3), ya que escuchar supone reciprocidad.
Mientras todos quedaban admirados por las cosas que hacía, Jesús dijo a sus discípulos: «Escuchen y recuerden lo que ahora les digo: El Hijo del Hombre va a ser entregado en manos de los hombres.» Pero ellos no entendieron estas palabras. Algo les impedía comprender lo que significaban, y no se atrevían a pedirle una aclaración.
Pasajes paralelos en los Evangelios según: Mt 17,22. Mc 9,30-32.
25 de septiembre al 1 de octubre 2022
Vigésima sexta semana del tiempo ordinario
La justicia es una necesidad de todo ser humano, más que un simple deseo. Mucho más lo es para Dios, que escudriña los corazones y concede a cada persona según sus obras, pero con una misericordia que está más allá de la justicia humana. La verdadera equidad conlleva a la paz y la fraternidad.
Los seis días de lectura continuada de Lucas presentan los siguientes temas: las condiciones para seguir Jesús, la escogencia de los 72 discípulos, el reclamo a las ciudades del Lago por su incredulidad no obstante los innumerables milagros allí realizados, y finalmente a Jesús animando a sus discípulos a su seguimiento prometiendo protección y seguridad.
Domingo 25 de septiembre de 2022
Evangelio según Lucas 16,19-31
El evangelista Lucas quiere darnos a conocer la verdadera dimensión del mensaje evangélico centrado en las 4 bienaventuranzas de su mismo evangelio (Cfr. 6, 20-23). La primera condición que Jesús nos reclama es hacerse pobre, necesitado de todo, para que el Dios de la vida nos conceda su atención y su amor.
Había un hombre rico que se vestía con ropa finísima y comía regiamente todos los días. Había también un pobre, llamado Lázaro, todo cubierto de llagas, que estaba tendido a la puerta del rico. Hubiera deseado saciarse con lo que caía de la mesa del rico, y hasta los perros venían a lamerle las llagas.
Pues bien, murió el pobre y fue llevado por los ángeles al cielo junto a Abraham. También murió el rico, y lo sepultaron. Estando en el infierno, en medio de los tormentos, el rico levantó los ojos y vio a lo lejos a Abraham y a Lázaro con él en su regazo.
Entonces gritó: «Padre Abraham, ten piedad de mí, y manda a Lázaro que moje en agua la punta de su dedo y me refresque la lengua, porque me atormentan estas llamas.» Abraham le respondió: «Hijo, recuerda que tú recibiste tus bienes durante la vida, mientras que Lázaro recibió males. Ahora él encuentra aquí consuelo y tú, en cambio, tormentos. Además, entre ustedes y nosotros hay un abismo tremendo, de tal manera que los que quieran cruzar desde aquí hasta ustedes no pueden hacerlo, y tampoco lo pueden hacer del lado de ustedes al nuestro.»
El otro replicó: «Entonces te ruego, padre Abraham, que envíes a Lázaro a la casa de mi padre, a mis cinco hermanos: que vaya a darles su testimonio para que no vengan también ellos a parar a este lugar de tormento.» Abraham le contestó: «Tienen a Moisés y a los profetas: que los escuchen.» El rico insistió: «No lo harán, padre Abraham; pero si alguno de entre los muertos fuera donde ellos, se arrepentirían.» Abraham le replicó: «Si no escuchan a Moisés y a los profetas, aunque resucite uno de entre los muertos, no se convencerán.»
Pasajes paralelos en los Evangelios según: Lc 6,24-25. Jn 15,46-47.
Lunes 26 de septiembre de 2022
Evangelio según Lucas 9,46-50
La palabra gusano designa en primer lugar a los coleópteros y sus larvas y la cochinilla, también se emplea para los insectos de similares características. Los dolores abdominales generalmente se atribuían a una infección de gusanos, que, al ser expulsados del cuerpo, anunciaban la muerte. Son el símbolo de la descomposición total de los impíos el último día.
Y si tu ojo prepara tu caída, sácatelo; pues es mejor para ti entrar con un solo ojo en el Reino de Dios que ser arrojado con los dos al infierno, donde su gusano no muere y el fuego no se apaga. Pues el mismo fuego los conservará.
La sal es buena, pero si la sal pierde su sabor, ¿con qué se lo devolverán? Tengan sal en ustedes y vivan en paz unos con otros.»
Pasajes paralelos en los Evangelios según: Mt 18,1-5. Mc 9,33-40. Lc 22,26.
Martes 27 de septiembre de 2022
Evangelio según Lucas 9,51-56
Los samaritanos eran los residentes de Samaria: El historiador Flavio Josefo y los rabinos los llaman también cuteos por ser, parte de ellos, originarios de Cutá, región de Mesopotámica (2 R 17,24-30). Ellos no aceptaron el canon completo de la Torah judía sino solamente los “escritos de Moisés”, o sea, el Pentateuco. Los samaritanos y los habitantes de Jerusalén se trataban con desprecio recíproco
Como ya se acercaba el tiempo en que sería llevado al cielo, Jesús emprendió resueltamente el camino a Jerusalén. Envió mensajeros delante de él, que fueron y entraron en un pueblo samaritano para prepararle alojamiento. Pero los samaritanos no lo quisieron recibir porque se dirigía a Jerusalén. Al ver esto sus discípulos Santiago y Juan, le dijeron: «Señor, ¿quieres que mandemos bajar fuego del cielo que los consuma?» Pero Jesús se volvió y los reprendió. Y continuaron el camino hacia otra aldea.
Pasajes paralelos en los Evangelios según: Mt 19,1. Mc 10,1. Lc 12,38.
Miércoles 28 de septiembre de 2022
Evangelio según Lucas 9,57-62
Las rutas tuvieron especial importancia en el ministerio de Jesús, en particular la de Galilea hacia Jerusalén, y en la expansión de la Buena Noticia por Palestina, Asia Menor y Grecia. En general los caminos de la mayoría de las rutas eran estrechos, ya que se hacían para las caravanas, cuyos animales caminaban en fila. Jesús se hace camino para toda la humanidad
Mientras iban de camino, alguien le dijo: «Maestro, te seguiré adondequiera que vayas.» Jesús le contestó: «Los zorros tienen cuevas y las aves tienen nidos, pero el Hijo del Hombre ni siquiera tiene donde recostar la cabeza.»
Jesús dijo a otro: «Sígueme». El contestó: «Señor, deja que me vaya y pueda primero enterrar a mi padre.» Jesús le dijo: «Sígueme, y deja que los muertos entierren a sus muertos. Tú vé a anunciar el Reino de Dios.»
Otro le dijo: «Te seguiré, Señor, pero antes déjame despedirme de mi familia.» Jesús le contestó: «El que pone la mano en el arado y mira hacia atrás, no sirve para el Reino de Dios.»
Pasaje paralelo en el Evangelio según: Mt 8,18-22.
Jueves 29 de octubre de 2022
Evangelio según Lucas 10,1-12
Sodoma era la principal ciudad de la Pentápolis cananea, situada a orillas del mar muerto. Allí vivió Lot, el sobrino de Abraham, y la ciudad fue destruida a causa de los vicios, la corrupción, convirtiéndose así en símbolo de inmoralidad, según narra el Génesis (Gn 13,10-19,28).
Después de esto, el Señor eligió a otros setenta y dos discípulos y los envió de dos en dos, delante de él, a todas las ciudades y lugares adonde debía ir. Les dijo: «La cosecha es abundante, pero los obreros son pocos. Rueguen, pues, al dueño de la cosecha que envíe obreros a su cosecha. Vayan, pero sepan que los envío como corderos en medio de lobos. No lleven monedero, ni bolsón, ni sandalias, ni se detengan a visitar a conocidos.
Al entrar en cualquier casa, bendíganla antes diciendo: La paz sea en esta casa. Si en ella vive un hombre de paz, recibirá la paz que ustedes le traen; de lo contrario, la bendición volverá a ustedes. Mientras se queden en esa casa, coman y beban lo que les ofrezcan, porque el obrero merece su salario.
No vayan de casa en casa. Cuan do entren en una ciudad y sean bien recibidos, coman lo que les sirvan, sanen a los enfermos y digan a su gente: El Reino de Dios ha venido a ustedes.
Pero si entran en una ciudad y no quieren recibirles, vayan a sus plazas y digan: Nos sacudimos y les dejamos hasta el polvo de su ciudad que se ha pegado a nuestros pies. Con todo, sépanlo bien: el Reino de Dios ha venido a ustedes. Yo les aseguro que, en el día del juicio, Sodoma será tratada con menos rigor que esa ciudad.
Pasajes paralelos en los Evangelios según: Mt 9,37-38; 10,9-15. Mc 6,8-11.
Viernes 30 de septiembre de 2022
Evangelio según Lucas 10,13-16
Corazaín era una de las tres ciudades de Galilea a las que Jesús reclamó por su poca fe. No se tiene una localización exacta de la ciudad, ni información acerca de alguna actividad de Jesús en ella. Eusebio la sitúa a doce millas romanas de Cafarnaum, al este del Lago Tiberíades. Jerónimo la situó a dos millas de Cafarnaum en la ribera del Lago, cerca de la desembocadura del Jordán.
Betsaida es una localidad en la orilla del lago de Galilea, generalmente se sitúa en el margen septentrional del lago, al este del Jordán.
¡Pobre de ti, Corazaín! ¡Pobre de ti, Betsaida! Porque si los milagros que se han hecho en ustedes se hubieran realizado en Tiro y Sidón, hace mucho tiempo que sus habitantes se habrían arrepentido, poniéndose vestidos de penitencia, y se habrían sentado en la ceniza. Con toda seguridad Tiro y Sidón serán tratadas con menos rigor que ustedes en el día del juicio. Y tú, Cafarnaúm, ¿crees que te elevarás hasta el cielo? No, serás precipitada hasta el lugar de los muertos.
Quien les escucha a ustedes, me escucha a mí; quien les rechaza a ustedes, me rechaza a mí; y el que me rechaza a mí, rechaza al que me ha enviado.»
Pasajes paralelos en los Evangelios según: Mt 11,21-24; 10,40. Mc 9,37
Sábado 1 de octubre de 2022
Evangelio según Lucas 10,17-24
Al ver que la mayoría de las especies conocidas con el nombre de serpientes vivían entre las piedras y las rocas, o en la cálida arena del desierto, se llegó a la conclusión de que se alimentaban de polvo. Podían vivir entre los árboles o subirse por las paredes.
Las especies venenosas de serpiente, podían causar la muerte con su mordedura, siendo muy temidas.
Los escorpiones son frecuentes en Palestina, sobre todo en el desierto rocoso, son insectos peligrosos, su picadura envenenada es siempre dolorosa y a veces mortal.
Los setenta y dos discípulos volvieron muy contentos, diciendo: «Señor, hasta los demonios nos obedecen al invocar tu nombre.» Jesús les dijo: «Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo. Miren que les he dado autoridad para pisotear serpientes y escorpiones y poder sobre toda fuerza enemiga: no habrá arma que les haga daño a ustedes. Sin embargo, alégrense no porque los espíritus se someten a ustedes, sino más bien porque sus nombres están escritos en los cielos.»
En ese momento Jesús se llenó del gozo del Espíritu Santo y dijo: «Yo te bendigo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a los sabios y entendidos y se las has dado a conocer a los pequeñitos. Sí, Padre, pues tal ha sido tu voluntad. Mi Padre ha puesto todas las cosas en mis manos; nadie sabe quién es el Hijo, sino el Padre; nadie sabe quién es el Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo quiera dárselo a conocer.»
Después, volviéndose hacia sus discípulos, Jesús les dijo a ellos solos: «¡Felices los ojos que ven lo que ustedes ven! Porque yo les digo que muchos profetas y reyes quisieron ver lo que ustedes ven y no lo vieron, y oír lo que ustedes oyen y no lo oyeron.»
Pasajes paralelos en los Evangelios según: Mt 11,25-27; 13,16-17. Mc 16,18.