31 de marzo al 6 de abril 2024
Semana del 8 al 14 de abril 2024
Semana del 14 al 20 de abril 2024
Semana del 21 al 27 de abril 2024
31 de marzo al 6 de abril 2024

LOS EVANGELIOS DE ABRIL

 

La primera semana de Pascual está marcada por las apariciones de Jesús: a las mujeres, a María Magdalena, a los discípulos de Emaús, a los apóstoles, a los discípulos a la orilla del lago de Tiberíades y el sábado a María Magdalena según el evangelio de Marcos.

Los evangelios de la segunda semana de Pascua inician con la aparición de Jesús a los apóstoles sin Tomás y, en los siguientes días de la semana leemos selecciones de evangelios que realzan a Jesús como maestro y sanador.

Las lecturas de tercera semana de Pascua inician presentado nuevamente apariciones de Jesús y se continúa destacando a Jesús como Hijo de Dios maestro y sanador.

Las perícopas evangélicas de la cuarta semana de Pascua presentan a Jesús como Buen Pastor e Hijo de Dios.


 

 

31 de marzo al 6 de abril 2024

Primera semana de Pascua

 

Es la Pascua del Señor, es decir, su paso, entre nosotros. Es la actualización de la Pascua judía donde se recordaba y se recuerda el poder de Yahveh con su pueblo: “Recuerda Israel que fuiste esclavo en Egipto…”(Deu 24,18). Ahora con Jesús celebramos la salvación plena: la reconstitución de toda la creación en sus dimensiones humanas y divinas.

  1. Empieza el Evangelio del domingo de Pascua diciendo “vieron y creyeron”, y siguen los otros días de la semana.
  2. Jesús los anima diciendo “no tengan miedo”.
  3. María Magdalena lo reconoció y le dijo “Rabboní”, que quiere decir maestro.
  4. El miércoles es la lectura de Lucas 24: en camino a Emaús con dos discípulos: “sus ojos estaban incapacitados para reconocerle” y “entonces se abrieron sus ojos”,
  5. “le ofrecieron un pedazo de pescado y una porción de miel”,
  6. El discípulo, al que Jesús amaba, dijo a Simón Pedro: “Es el Señor”.
  7. El último evangelio, del día sábado, toma el final del Evangelio según Marcos donde Jesús setenció: “Vayan por todo el mundo y anuncien la Buena Nueva a toda la creación”.

 

Domingo 31 de marzo de 2024

Domingo de Pascua

Evangelio según Juan 20,1-9

 

María Magdalena era una mujer originaria de Mágdala, en el lago de Galilea, que fue liberada y curada por Jesús. Con otras mujeres se convirtió en discípula, siguiéndole hasta su muerte, entierro y anunció de su resurrección.

 

El primer día después del sábado, María Magdalena fue al sepulcro muy temprano, cuando todavía estaba oscuro, y vio que la piedra que cerraba la entrada del sepulcro había sido removida. Fue corriendo en busca de Simón Pedro y del otro discípulo a quien Jesús amaba y les dijo: «Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto.»

Pedro y el otro discípulo salieron para el sepulcro. Corrían los dos juntos, pero el otro discípulo corrió más que Pedro y llegó primero al sepulcro. Como se inclinara, vio los lienzos caídos, pero no entró. Pedro llegó detrás, entró en el sepulcro y vio también los lienzos caídos. El sudario con que le habían cubierto la cabeza no se había caído como los lienzos, sino que se mantenía enrollado en su lugar. Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero, vio y creyó. Pues no habían entendido todavía la Escritura: ¡él “debía” resucitar de entre los muertos!

Pasos paralelos en los evangelios según: Mt 28,1-8. Mc 16,1-8. Lc 24,1-11.

 

Lunes 1 de abril de 2024

Evangelio según Mateo 28,8-15

 

La mujer era considerada como un ser inferior y hasta despreciable por el mundo romano. La función procreadora era la que determinaba, su posición en la sociedad.

En el interior de la familia, la estima aumentaba cuando llegaba a ser madre, sobre todo si lo era de un hijo varón.

Los votos de la mujer debían revalidarlos el esposo, o también anularlos. La situación de la viuda, se regía por costumbres particulares, que les aseguraba una condición de vida decente.

Las mujeres de los agricultores asumían, no sólo los trabajos duros de la casa, sino que también guardaban los rebaños, cocían el pan, se abastecía de agua.

Las mujeres acomodadas se ocupaban de hilar y tejer, vendían los productos de su trabajo e incluso procedían a comprar campos y viñas.

Las prostitutas, aunque censuradas por la ley, se ganaban bien la vida.

 

Ellas se fueron al instante del sepulcro, con temor, pero con una alegría inmensa a la vez, y corrieron a llevar la noticia a los discípulos.

En eso Jesús les salió al encuentro en el camino y les dijo: «Paz a ustedes.» Las mujeres se acercaron, se abrazaron a sus pies y lo adoraron. Jesús les dijo: «No tengan miedo. Vayan ahora y digan a mis hermanos que se dirijan a Galilea. Allí me verán.»

Mientras las mujeres iban, unos guardias corrieron a la ciudad y contaron a los jefes de los sacerdotes todo lo que había pasado. Estos se reunieron con las autoridades judías y acordaron dar a los soldados una buena cantidad de dinero para que dijeran: «Los discípulos de Jesús vinieron de noche y, como estábamos dormidos, robaron el cuerpo. Si esto llega a oídos de Pilato, nosotros lo arreglaremos para que no tengan problemas.» Los soldados recibieron el dinero e hicieron como les habían dicho. De ahí salió la mentira que ha corrido entre los judíos hasta el día de hoy.

 

Martes 2 de abril de 2024

Evangelio según Juan 20,11-18

 

Rabunní es el equivalente en arameo del hebreo rabbí, sin ningún matiz particular, el cual tiene como significado señor mío, maestro mío, y representaba un apóstrofe respetuoso empleado para dirigirse a los doctores de la Ley.

 

María se había quedado llorando fuera, junto al sepulcro. Mientras lloraba se inclinó para mirar dentro y vio a dos ángeles vestidos de blanco, sentados donde había estado el cuerpo de Jesús, uno a la cabecera y el otro a los pies. Le dijeron: «Mujer, ¿por qué lloras?» Les respondió: «Porque se han llevado a mi Señor y no sé dónde lo han puesto.»

Dicho esto, se dio vuelta y vio a Jesús allí, de pie, pero no sabía que era Jesús. Jesús le dijo: «Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas?» Ella creyó que era el cuidador del huerto y le contestó: «Señor, si tú lo has llevado, dime dónde lo has puesto, y yo me lo llevaré.»

Jesús le dijo: «María». Ella se dio la vuelta y le dijo: «Rabboní», que quiere decir «Maestro». Jesús le dijo: «Suéltame, pues aún no he subido al Padre. Pero vete donde mis hermanos y diles: Subo a mi Padre, que es Padre de ustedes; a mi Dios, que es Dios de ustedes.»

María Magdalena se fue y dijo a los discípulos: «He visto al Señor y me ha dicho esto.»

Pasos paralelos en los Evangelios según: Mt 28,9-10. Mc 16,9-11.

 

Miércoles 3 de abril de 2024

Evangelio según Lucas 24,13-35

 

Hay cuatro lugares que pretenden ser designados como la Emaús del Evangelio de Lucas. Aún se discute su ubicación, aunque se piensa que se encontraba en la actual Anwas, que fue convertida en colonia romana bajo el nombre de Nicópolis el año 221 d.C.

 

Aquel mismo día dos discípulos se dirigían a un pueblecito llamado Emaús, que está a unos doce kilómetros de Jerusalén, e iban conversando sobre todo lo que había ocurrido. 15 Mientras conversaban y discutían, Jesús en persona se les acercó y se puso a caminar con ellos,  pero algo impedía que sus ojos lo reconocieran.

 El les dijo: « ¿De qué van discutiendo por el camino?» Se detuvieron, y parecían muy desanimados. Uno de ellos, llamado Cleofás, le contestó: « ¿Cómo? ¿Eres tú el único peregrino en Jerusalén que no está enterado de lo que ha pasado aquí estos días?» « ¿Qué pasó?», les preguntó. Le contestaron: « ¡Todo el asunto de Jesús Nazareno!» 19 Era un profeta poderoso en obras y palabras, reconocido por Dios y por todo el pueblo. Pero nuestros sumos sacerdotes y nuestros jefes renegaron de él, lo hicieron condenar a muerte y clavar en la cruz. Nosotros pensábamos que él sería el que debía libertar a Israel. Sea lo que sea, ya van dos días desde que sucedieron estas cosas.

En realidad, algunas mujeres de nuestro grupo nos han inquietado, pues fueron muy de mañana al sepulcro y, al no hallar su cuerpo, volvieron hablando de una aparición de ángeles que decían que estaba vivo. Algunos de los nuestros fueron al sepulcro y hallaron todo tal como habían dicho las mujeres, pero a él no lo vieron.»

Entonces él les dijo: « ¡Qué poco entienden ustedes y qué lentos son sus corazones para creer todo lo que anunciaron los profetas! ¿No tenía que ser así y que el Mesías padeciera para entrar en su gloria?» Y les interpretó lo que se decía de él en todas las Escrituras, comenzando por Moisés y siguiendo por los profetas.

Al llegar cerca del pueblo al que iban, hizo como que quisiera seguir adelante, pero ellos le insistieron diciendo: «Quédate con nosotros, ya está cayendo la tarde y se termina el día.» Entró, pues, para quedarse con ellos.

Y mientras estaba en la mesa con ellos, tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio. En ese momento se les abrieron los ojos y lo reconocieron, pero él desapareció. Entonces se dijeron el uno al otro: « ¿No sentíamos arder nuestro corazón cuando nos hablaba en el camino y nos explicaba las Escrituras?»

De inmediato se levantaron y volvieron a Jerusalén, donde encontraron reunidos a los Once y a los de su grupo. Estos les dijeron: «Es verdad: el Señor ha resucitado y se ha aparecido a Simón.»  Ellos, por su parte, contaron lo sucedido en el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan.

Pasos paralelos los Evangelios según: Mc 16,12-13; 4,13.Mt 2,23. Jn 20,19.

 

Jueves 4 de abril de 2024

Evangelio según Lucas 24,35-48

 

Paz expresa, no sólo la vida en buena armonía con los demás, sino también la integridad de un ser o sociedad, la salud, la prosperidad material y espiritual, la felicidad.

 

Ellos, por su parte, contaron lo sucedido en el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan.

Mientras estaban hablando de todo esto, Jesús se presentó en medio de ellos (y les dijo: «Paz a ustedes.») Quedaron atónitos y asustados, pensando que veían algún espíritu, pero él les dijo: « ¿Por qué se desconciertan? ¿Cómo se les ocurre pensar eso? Miren mis manos y mis pies: soy yo. Tóquenme y fíjense bien que un espíritu no tiene carne ni huesos, como ustedes ven que yo tengo.» (Y dicho esto les mostró las manos y los pies).

Y como no acababan de creerlo por su gran alegría y seguían maravillados, les dijo: « ¿Tienen aquí algo que comer?» Ellos, entonces, le ofrecieron un pedazo de pescado asado (y una porción de miel); lo tomó y lo comió delante ellos.

Jesús les dijo: «Todo esto se lo había dicho cuando estaba todavía con ustedes; tenía que cumplirse todo lo que está escrito en la Ley de Moisés, en los Profetas y en los Salmos referente a mí.»

Entonces les abrió la mente para que entendieran las Escrituras. Les dijo: «Todo esto estaba escrito: los padecimientos del Mesías y su resurrección de entre los muertos al tercer día. Luego debe proclamarse en su nombre el arrepentimiento y el perdón de los pecados, comenzando por Jerusalén, y yendo después a todas las naciones, invitándolas a que se conviertan. Ustedes son testigos de todo esto.

Pasos paralelos en los Evangelios según: Jn 20,19-23. Mt 28,18-20. Mc 16,19.

 

Viernes 5 de abril de 2024

Evangelio según Juan 21,1-14

 

Pedro, llamado también Simón, era un pescador como su hermano Andrés, originario de Betsaida según el Evangelio de Juan (Jn 1,44) y, según el evangelista Marcos (Cfr. capítulo 1 de Marcos) era de Cafarnaúm. Fue llamado por Jesús a orillas del lago de Galilea, junto con Andrés, Santiago y Juan. Su carácter fue entusiasta y seguro de sí mismo.

 

Después de esto, nuevamente se manifestó Jesús a sus discípulos en la orilla del lago de Tiberíades. Y se manifestó como sigue: Estaban reunidos Simón Pedro, Tomás el Mellizo,      Natanael, de Caná de Galilea, los hijos del Zebedeo y otros dos discípulos. Simón Pedro les dijo: «Voy a pescar.» Contestaron: «Vamos también nosotros contigo.» Salieron, pues, y subieron a la barca, pero aquella noche no pescaron nada.

Al amanecer, Jesús estaba parado en la orilla, pero los discípulos no sabían que era él. Jesús les dijo: «Muchachos, ¿tienen algo que comer?» Le contestaron: «Nada.» Entonces Jesús les dijo: «Echen la red a la derecha y encontrarán pesca.» Echaron la red, y no tenían fuerzas para recogerla por la gran cantidad de peces.

El discípulo al que Jesús amaba dijo a Simón Pedro: «Es el Señor.» Apenas Pedro oyó decir que era el Señor, se puso la ropa, pues estaba sin nada, y se echó al agua. Los otros discípulos llegaron con la barca —de hecho, no estaban lejos, a unos cien metros de la orilla; arrastraban la red llena de peces.

Al bajar a tierra encontraron fuego encendido, pescado sobre las brasas y pan. Jesús les dijo: «Traigan algunos de los pescados que acaban de sacar.» Simón Pedro subió a la barca y sacó la red llena con ciento cincuenta y tres pescados grandes. Y a pesar de que hubiera tantos, no se rompió la red.

Entonces Jesús les dijo: «Vengan a desayunar». Ninguno de los discípulos se atrevió a preguntarle quién era, pues sabían que era el Señor. Jesús se acercó, tomó el pan y se lo repartió. Lo mismo hizo con los pescados.

Esta fue la tercera vez que Jesús se manifestó a sus discípulos después de resucitar de entre los muertos.

 

Sábado 7 de abril de 2024

Evangelio según Marcos 16,9-15

           

Los relatos la ubican el lugar de las reuniones de los y las seguidoras de Jesús en una sala que se encontraba en el piso de arriba de la ciudad de Jerusalén, semejante a las casas de oriente medio A la sala sólo se podía acceder por una escalera exterior pegada a una de las paredes laterales del inmueble.

Esto se hacía para evitar el menor contacto entre hombres y mujeres.

 

Jesús, pues, resucitó en la madrugada del primer día de la semana. Se apareció primero a María Magdalena, de la que había echado siete demonios. Ella fue a anunciárselo a los que habían sido compañeros de Jesús y que estaban tristes y lo lloraban. Pero al oírle decir que vivía y que lo había visto, no le creyeron.

Después Jesús se apareció, bajo otro aspecto, a dos de ellos que se dirigían a un pueblito. Volvieron a contárselo a los demás, pero tampoco les creyeron.

Por último se apareció a los once discípulos mientras comían, y los reprendió por su falta de fe y por su dureza para creer a los que lo habían visto resucitado.

Y les dijo: «Vayan por todo el mundo y anuncien la Buena Nueva a toda la creación.

Pasos paralelos en los evangelios según: Jn 20,11-18. Lc 24,10-11.13-35.

Semana del 8 al 14 de abril 2024

Semana del 8 al 14 de abril 2024

Segunda semana de pascua

 

Esta segunda semana del tiempo Pascual inicia con la lectura que completa los evangelios de las apariciones, donde Jesús aparece en medio de sus discípulos y confirma la profesión de fe de Tomás. A continuación se lee el Evangelio según Juan, desde el lunes al sábado, que corresponde a  los capítulos 3 y 6.

Aquí va una síntesis de los siete evangelios de la semana:

  1. Llegó Jesús y se puso en medio de ellos y les dijo: “la paz esté con ustedes”.
  2. Nicodemo fue de noche a ver a Jesús y le dijo: “sabemos que has venido de parte de Dios…”.
  3. Como la serpiente del desierto tiene que ser levantado el hijo del hombre.
  4. “El que hace la verdad va a la luz…”.
  5. “En aquel que Dios ha enviado habla la Palabra de Dios”,
  6. “Recogieron doce canasta repleta de pan de cebada y de pescado”.
  7. “Soy yo no tengan miedo”.

        


Domingo 7 de abril de 2024

Evangelio según Juan 20,19-31

 

Tomás, cuyo significado es gemelo, fue uno de los doce apóstoles, y se presenta, como aquel, que a pesar de su generosidad, duda y pide señales.

Según una antigua tradición evangelizó a los partos y fue enterrado en Edesa.

 

Ese mismo día, el primero después del sábado, los discípulos estaban reunidos por la tarde con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Llegó Jesús, se puso de pie en medio de ellos y les dijo: « ¡La paz esté con ustedes!» Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Los discípulos se alegraron mucho al ver al Señor.

 

Jesús les volvió a decir: « ¡La paz esté con ustedes! Como el Padre me envío a mí, así los envío yo también.» Dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: «Reciban el Espíritu Santo: a quienes descarguen de sus pecados, serán liberados, y a quienes se los retengan, les serán retenidos.»

Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Los otros discípulos le dijeron: «Hemos visto al Señor.» Pero él contestó: «Hasta que no vea la marca de los clavos en sus manos, no meta mis dedos en el agujero de los clavos y no introduzca mi mano en la herida de su costado, no creeré.»

Ocho días después, los discípulos de Jesús estaban otra vez en casa, y Tomás con ellos. Estando las puertas cerradas, Jesús vino y se puso en medio de ellos. Les dijo: «La paz esté con ustedes.» Después dijo a Tomás: «Pon aquí tu dedo y mira mis manos; extiende tu mano y métela en mi costado. Deja de negar y cree.»

Tomás exclamó: «Tú eres mi Señor y mi Dios.» Jesús replicó: «Crees porque me has visto. ¡Felices los que no han visto, pero creen!» Muchas otras señales milagrosas hizo Jesús en presencia de sus discípulos que no están escritas en este libro. Estas han sido escritas para que crean que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios. Crean, y tendrán vida por su Nombre.

 

Pasos paralelos los evangelios según: Mc 16,14-18. Lc 24,36-49.

 

Lunes 8 de abril de 2024

Evangelio según Juan 3,1-8

 

El agua, era indispensable para la vida. Negarla al sediento era una falta condenable, dársela,  una bendición. A veces se mezclaba con vinagre o vino. Los habitantes preferían el agua viva – de fuente – a la de la cisterna.

Sacar agua para usos domésticos era tarea de las mujeres y jóvenes pero también de los sirvientes y de los  pobres.

 

Entre los fariseos había un personaje judío llamado Nicodemo. Este fue de noche a ver a Jesús y le dijo: «Rabbí, sabemos que has venido de parte de Dios como maestro, porque nadie puede hacer señales milagrosas como las que tú haces, a no ser que Dios esté con él.»

Jesús le contestó: «En verdad te digo que nadie puede ver el Reino de Dios si no nace de nuevo desde arriba.»

Nicodemo le dijo: « ¿Cómo renacerá el hombre ya viejo? ¿Quién volverá al seno de su madre para nacer una segunda vez?» Jesús le contestó: «En verdad te digo: El que no renace del agua y del Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios. 6Lo que nace de la carne es carne, y lo que nace del Espíritu es espíritu.

No te extrañes de que te haya dicho: “Necesitan nacer de nuevo desde arriba”. El viento sopla donde quiere, y tú oyes su silbido, pero no sabes de dónde viene ni adónde va. Lo mismo le sucede al que ha nacido del Espíritu.»

 

Martes 9 de abril de 2024

Evangelio según Juan 3,7-15

La serpiente significaba vida, y levantada al cielo, como en la marcha de los israelitas en el desierto, atrae sus bendiciones a la tierra para su salvación. Así mismo hizo Jesús cuando fue levantado en la Cruz para salvar la humanidad.

 

No te extrañes de que te haya dicho: “Necesitan nacer de nuevo desde arriba”.

El viento sopla donde quiere, y tú oyes su silbido, pero no sabes de dónde viene ni adónde va. Lo mismo le sucede al que ha nacido del Espíritu.»

Nicodemo volvió a preguntarle: « ¿Cómo puede ser eso?» Respondió Jesús: «Tú eres maestro en Israel, y ¿no sabes estas cosas?

En verdad te digo que nosotros hablamos de lo que sabemos, y damos testimonio de lo que hemos visto, pero ustedes no aceptan nuestro testimonio.

Si ustedes no creen cuando les hablo de cosas de la tierra, ¿cómo van a creer si les hablo de cosas del Cielo?

Sin embargo, nadie ha subido al Cielo sino sólo el que ha bajado del Cielo, el Hijo del Hombre.

Recuerden la serpiente que Moisés hizo levantar en el desierto: así también tiene que ser levantado el Hijo del Hombre,

y entonces todo el que crea en él tendrá por él vida eterna.

 

Miércoles 10 de abril de 2024

Evangelio según Juan 3,16-21

           

La creación de Dios se ha actualizado en Cristo Jesús.

De la misma manera que el Creador disipó las tinieblas para crear el universo, así mismo, la verdad en Cristo nos trajo la luz que nos descubre la presencia de las obras de Dios entre nosotros.

 

¡Así amó Dios al mundo! Le dio al Hijo Único, para que quien cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna. Dios no envió al Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que se salve el mundo gracias a él. Para quien cree en él no hay juicio. En cambio, el que no cree ya se ha condenado, por el hecho de no creer en el Nombre del Hijo único de Dios.

Esto requiere un juicio: la luz vino al mundo, y los hombres prefirieron las tinieblas a la luz, porque sus obras eran malas. Pues el que obra el mal odia la luz y no va a la luz, no sea que sus obras malas sean descubiertas y condenadas. Pero el que hace la verdad va a la luz, para que se vea que sus obras han sido hechas en Dios.»

 

Jueves 11 de abril de 2024

Evangelio según Juan 3,31-36

 

El Evangelio del evangelista Juan nos facilita acercarnos al misterio de Jesús que se hizo carne, que llegó hasta nosotros. Él es el camino maestro para regresar a Dios, a sus palabras divinas.

 

El que viene de arriba está por encima de todos. El que viene de la tierra pertenece a la tierra y sus palabras son terrenales. El que viene del Cielo, por más que dé testimonio de lo que allí ha visto y oído, nadie acepta su testimonio. Pero aceptar su testimonio es como reconocer que Dios es veraz.

Aquel que Dios ha enviado habla las palabras de Dios, y da el Espíritu sin medida, porque el Padre ama al Hijo y ha puesto todas las cosas en sus manos. El que cree en el Hijo vive de vida eterna; en cambio, el que no cree en el Hijo tendrá que enfrentar un juicio de Dios; nunca conocerá la vida.»

 

Viernes 12 de abril de 2024

Evangelio según Juan 6,1-15

 

El número siete corresponde generalmente a los siete días de la semana de la creación, a los siete grados de la perfección.

La semana comprende seis días activos más un día de descanso. Las seis direcciones del espacio tienen un punto medio o central representado por el día sábado, simbolizando la totalidad de un movimiento o de un dinamismo total.

Siete es la clave del evangelio de Juan, este está construido en series de siete e indica la plenitud de un período de tiempo concluido.

 

Después Jesús pasó a la otra orilla del lago de Galilea, cerca de Tiberíades. Le seguía un enorme gentío a causa de las señales milagrosas que le veían hacer en los enfermos. Jesús subió al monte y se sentó allí con sus discípulos. Se acercaba la Pascua, la fiesta de los judíos.

Jesús, pues, levantó los ojos y, al ver el numeroso gentío que acudía a él, dijo a Felipe: « ¿Dónde iremos a comprar pan para que coma esa gente?» Se lo preguntaba para ponerlo a prueba, pues él sabía bien lo que iba a hacer. Felipe le respondió: «Doscientas monedas de plata no alcanzarían para dar a cada uno un pedazo.» Otro discípulo, Andrés, hermano de Simón Pedro, dijo: «Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos pescados. Pero, ¿qué es esto para tanta gente?» Jesús les dijo: «Hagan que se siente la gente.» 10 Había mucho pasto en aquel lugar, y se sentaron los hombres en número de unos cinco mil. Entonces Jesús tomó los panes, dio las gracias y los repartió entre los que estaban sentados. Lo mismo hizo con los pescados, y todos recibieron cuanto quisieron. Cuando quedaron satisfechos, Jesús dijo a sus discípulos: «Recojan los pedazos que han sobrado para que no se pierda nada.» Los recogieron y llenaron doce canastos con los pedazos que no se habían comido: eran las sobras de los cinco panes de cebada.

 

Al ver la señal que Jesús había hecho, los hombres decían: «Este es sin duda el Profeta que había de venir al mundo.» Jesús se dio cuenta de que iban a tomarlo por la fuerza para proclamarlo rey, y nuevamente huyó al monte él solo.

Pasos paralelos en los Evangelios según: Mt 14,13-21. Mc 6,32-44. Lc 9,10-17.

 

Sábado 13 de abril de 2024

Evangelio según Juan 6,16-21

 

Al llegar el atardecer baja la brisa fresca del monte Hermón, frontera norte de Israel, y presiona hacia arriba el aire caluroso de día, moviendo las aguas del lago de Genesaret, y formando así olas que pueden impresionar a quienes navegan en las frágiles barcas de los tiempos de Jesús.

 

Al llegar la noche, sus discípulos bajaron a la orilla y, subiendo a una barca, cruzaron el lago rumbo a Cafarnaúm. Habían visto caer la noche sin que Jesús se hubiera reunido con ellos, y empezaban a formarse grandes olas debido al fuerte viento que soplaba.

Habían remado como unos cinco kilómetros cuando vieron a Jesús que caminaba sobre el mar y se acercaba a la barca, y se llenaron de espanto. Pero él les dijo: «Soy Yo, no tengan miedo.»

Quisieron subirlo a la barca, pero la barca se encontró en seguida en la orilla adonde se dirigían.

Pasos paralelos en los Evangelios según: Mt 14,22-33. Mc 6,45-52.

Semana del 14 al 20 de abril 2024

Semana del 14 al 20 de abril 2024

Tercera semana de Pascua

 

Después de la multiplicación de los 5 panes y dos peces, y haber fortalecido la fe los discípulos que narra la primera parte del capítulo 6, la comunidad joánica reflexiona sobre las palabras de Jesús en la sinagoga de Cafarnaum (Jn 6,22-29). Allí Jesús se presenta como el verdadero pan del cielo, e invita a alimentarse de él, pan de vida eterna, y además marcado con el sello de Dios.

 

Todas las lecturas desde el lunes al sábado se lee el cap. 6 del Evangelio de Juan presentando a un Jesús como el pan bajado del cielo, verdadera comida. Muchos de sus discípulos se escandalizan de Jesús y le abandona pero Pedro, a nombre de los discípulos fieles, dice: “¿A quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna?. Esta puede ser una síntesis de los evangelios de esta semana.

 


 

Domingo 14 de abril de 2024

Evangelio según Lucas 24,35-48

 

“Lo que está escrito en la Ley de Moisés, en los Profetas y en los Salmos referente a mí”: es una relectura de la Escritura que Jesús hace para iluminar su vida, su muerte y resurrección para la salvación de la humanidad. En el camino se da la verdad de la palabra de Dios, y en el partir el pan, el milagro del amor de Dios hecho hermandad. 

 

Ellos, por su parte, contaron lo sucedido en el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan.

Mientras estaban hablando de todo esto, Jesús se presentó en medio de ellos (y les dijo: «Paz a ustedes.») Quedaron atónitos y asustados, pensando que veían algún espíritu, pero él les dijo: « ¿Por qué se desconciertan? ¿Cómo se les ocurre pensar eso? Miren mis manos y mis pies: soy yo. Tóquenme y fíjense bien que un espíritu no tiene carne ni huesos, como ustedes ven que yo tengo.» (Y dicho esto les mostró las manos y los pies).

Y como no acababan de creerlo por su gran alegría y seguían maravillados, les dijo: « ¿Tienen aquí algo que comer?» Ellos, entonces, le ofrecieron un pedazo de pescado asado (y una porción de miel); lo tomó y lo comió delante ellos.

Jesús les dijo: «Todo esto se lo había dicho cuando estaba todavía con ustedes; tenía que cumplirse todo lo que está escrito en la Ley de Moisés, en los Profetas y en los Salmos referente a mí.»

Entonces les abrió la mente para que entendieran las Escrituras. Les dijo: «Todo esto estaba escrito: los padecimientos del Mesías y su resurrección de entre los muertos al tercer día. Luego debe proclamarse en su nombre el arrepentimiento y el perdón de los pecados, comenzando por Jerusalén, y yendo después a todas las naciones, invitándolas a que se conviertan. Ustedes son testigos de todo esto.

Evangelio paralelo según: Jn  20,19-23.

 

Lunes 15 de abril de 2024

Evangelio según Juan 6,22-29

 

Tiberíades era una aldea en la ribera occidental del lago de Genesaret que fue refundada y elevada a la categoría de ciudad por Herodes Antipas hacia el año 20 d.C. y denominada así en honor del emperador Tiberio, actualmente et-Tabaringe, a 11 Km. al sur de Cafarnaúm y a 24 Km. al nordeste de Nazaret. Está situada en el lugar del antiguo cementerio de Jamat, este emplazamiento chocó con los judíos piadosos, pero la proximidad de las fuentes termales atrajo rápidamente nuevos pobladores.

 

Al día siguiente, la gente que se había quedado al otro lado del lago se dio cuenta que allí no había habido más que una barca y que Jesús no había subido con sus discípulos en la barca, sino que éstos se habían ido solos. Mientras tanto algunas lanchas de Tiberíades habían atracado muy cerca del lugar donde todos habían comido el pan. Al ver que ni Jesús ni sus discípulos estaban allí, la gente subió a las lanchas y se dirigieron a Cafarnaúm en busca de Jesús.

Al encontrarlo al otro lado del lago, le preguntaron: «Rabbí (Maestro), ¿cómo has venido aquí?»

Jesús les contestó: «En verdad les digo: Ustedes me buscan, no porque han visto a través de los signos, sino porque han comido pan hasta saciarse. Trabajen, no por el alimento de un día, sino por el alimento que permanece y da vida eterna. Este se lo dará el Hijo del hombre; él ha sido marcado con el sello del Padre.»

Entonces le preguntaron: « ¿Qué tenemos que hacer para trabajar en las obras de Dios?» Jesús respondió: «La obra de Dios es ésta: creer en aquel que Dios ha enviado.»

 

Martes 16 de abril de 2024

Evangelio según Juan 6,30-35

 

El término pan, bíblicamente significa toda clase de alimentos. Decir que el pan viene del cielo significa que este procede del Dios del cielo, que vela por sus hijos.

 

Le dijeron: « ¿Qué puedes hacer? ¿Qué señal milagrosa haces tú, para que la veamos y creamos en ti? ¿Cuál es tu obra? Nuestros antepasados comieron el maná en el desierto, según dice la Escritura: Se les dio a comer pan del cielo.»

Jesús contestó: «En verdad les digo: No fue Moisés quien les dio el pan del cielo. Es mi Padre el que les da el verdadero pan del cielo. El pan que Dios da es Aquel que baja del cielo y que da vida al mundo.» Ellos dijeron: «Señor, danos siempre de ese pan.»

Jesús les dijo: «Yo soy el pan de vida. El que viene a mí nunca tendrá hambre y el que cree en mí nunca tendrá sed.

 

Miércoles 17 de abril de 2024

Evangelio según Juan 6,35-43

 

En la vida eterna se da la plenitud de la esperanza cristiana. La fe del mundo judío, expresada en los últimos libros del Antiguo Testamento, es confirmada por Jesús y puesta como verdadera heredad de los cristianos.

 

Jesús les dijo: «Yo soy el pan de vida. El que viene a mí nunca tendrá hambre y el que cree en mí nunca tendrá sed.

Sin embargo, como ya les dije, ustedes se niegan a creer aun después de haber visto. Todo lo que el Padre me ha dado vendrá a mí, y yo no rechazaré al que venga a mí,

orque yo he bajado del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me ha enviado. Y la voluntad del que me ha enviado es que yo no pierda nada de lo que él me ha dado, sino que lo resucite en el último día. Sí, ésta es la decisión de mi Padre: toda persona que al contemplar al Hijo crea en él, tendrá vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día.»

Los judíos murmuraban porque Jesús había dicho: «Yo soy el pan que ha bajado del cielo.»

Y decían: Conocemos a su padre y a su madre, ¿no es cierto? El no es sino Jesús, el hijo de José. ¿Cómo pues de decir que ha bajado del cielo

Jesús les contestó: «No murmuren entre ustedes.

 

 

Jueves 18 de abril de 2024

Evangelio según Juan 6,44-51

 

El maná era el alimento de los israelitas en el desierto. Tenía la apariencia de rocío de escarcha: blanco, fino y granuloso, parecido a la semilla de cilantro, con sabor a torta hecha con miel. Se le ha relacionado con la secreción producida por insectos minúsculos, cuyo líquido segregado se endurece con rapidez y los beduinos lo recogían como sustitutivo del azúcar o la miel.

 

Nadie puede venir a mí si no lo atrae el Padre que me envió. Y yo lo resucitaré en el último día. Está escrito en los Profetas: Serán todos enseñados por Dios, y es así como viene a mí toda persona que ha escucha do al Padre y ha recibido su enseñanza. Pues por supuesto que nadie ha visto al Padre: sólo Aquel que ha venido de Dios ha visto al Padre.

En verdad les digo: El que cree tiene vida eterna. Yo soy el pan de vida. Sus antepasados comieron el maná en el desierto, pero murieron: aquí tienen el pan que baja del cielo, para que lo coman y ya no mueran.

Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo. El que coma de este pan vivirá para siempre. El pan que yo daré es mi carne, y lo daré para la vida del mundo.»

 

Viernes 19 de abril de 2024

Evangelio según Juan 6,52-59

 

La noción de la vida implica no sólo la existencia física, sino sobre todo la capacidad de actuar y moverse. Se concibe como un don de Dios, que insufla la vida en el ser animándolo. El aliento es señal de vida, y la sangre su principio activo.

 

Los judíos discutían entre sí: « ¿Cómo puede éste darnos a comer carne?» Jesús les dijo: «En verdad les digo que si no comen la carne del Hijo del Hombre y no beben su sangre, no tienen vida en ustedes. El que come mi carne y bebe mi sangre vive de vida eterna, y yo lo resucitaré el último día.

Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él. Como el Padre, que es vida, me envió y yo vivo por el Padre, así quien me come vivirá por mí. Es te es el pan que ha bajado del cielo. Pero no como el de vuestros antepasados, que comieron y después murieron. El que coma este pan vivirá para siempre.

Así habló Jesús en Cafarnaúm enseñando en la sinagoga.

 

 

Sábado 20 de abril de 2024

Evangelio según Juan 6,60-69

 

“Los Doce” se aplica a todo el grupo de discípulos escogidos por Jesús a su ministerio terrenal y que, después de la Pascua, representaron un papel preponderante en la primera comunidad cristiana, a la vez como testigos en Jerusalén de la resurrección de Jesús y como garantes de la fidelidad de la comunidad a las enseñanzas del Señor.

 

Al escucharlo, cierto número de discípulos de Jesús dijeron: « ¡Este lenguaje es muy duro! ¿Quién querrá escucharlo?»

Jesús se dio cuenta de que sus discípulos criticaban su discurso y les dijo: « ¿Les desconcierta lo que he dicho? ¿Qué será, entonces, cuando vean al Hijo del Hombre subir al lugar donde estaba antes? El espíritu es el que da vida, la carne no sirve para nada. Las palabras que les he dicho son espíritu y vida. Pero hay entre ustedes algunos que no creen.»

64 Porque Jesús sabía desde el principio quiénes eran los que no creían y quién lo iba a entregar. Y agregó: «Como he dicho antes, nadie puede venir a mí si no se lo concede el Padre.»

A partir de entonces muchos de sus discípulos se volvieron atrás y dejaron de seguirle. Jesús preguntó a los Doce: « ¿Quieren marcharse también ustedes?»

Pedro le contestó: « Señor, ¿a quién iríamos? Tú tienes palabras de vida eterna. Nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo de Dios.»

Semana del 21 al 27 de abril 2024

Semana del 21 al 27 de abril 2024

Cuarta semana de Pascua

 

En la cuarta semana de Pascua se continúa las lecturas del Evangelio de Juan, con textos tomados de los capítulos 10 al 14. En la lectura del domingo Jesús se proclama buen pastor, “el que da la vida por sus ovejas”, y las que lo reconocen, recibirán la vida eterna.

En las lecturas de la semana Jesús se proclama luz del mundo, Palabra del Padre. Conforta a sus discípulos y se proclama Camino, Verdad y Vida. Finalmente afirma: “el Padre que permanece en Mí es Él quien realiza las obras”.

 


 

 

Domingo 21 de abril de 2024

Evangelio según Juan 10,11-18

 

Los pequeños ganaderos guardaban ellos mismos sus rebaños o los confiaban a sus hijos o hijas, incluso a su yerno, porque de sus ovejas dependía su vida. Si el rebaño era demasiado grande o las circunstancias lo requerían, se alquilaba el servicio de un pastor y se le pagaba con dinero o con una parte de los productos del rebaño. Su tarea consistía en buscar pastos y abrevaderos, lo cual no resultaba fácil y a veces requería mucha paciencia.

 

Yo soy el Buen Pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas. No así el asalariado, que no es el pastor ni las ovejas son suyas. Cuan do ve venir al lobo, huye abandonando las ovejas, y el lobo las agarra y las dispersa. A él sólo le interesa su salario y no le importan nada las ovejas.

Yo soy el Buen Pastor y conozco a los míos como los míos me conocen a Mí, lo mismo que el Padre me conoce a Mí y Yo conozco al Padre. Y Yo doy mi vida por las ovejas. Tengo otras ovejas que no son de este corral. A ésas también las llevaré; escucharán mi voz, y habrá un solo rebaño con un solo pastor.

El Padre me ama porque Yo doy mi vida para retomarla de nuevo. Nadie me la quita, sino que Yo mismo la entrego. En mis manos está el entregarla y el recobrarla: éste es el mandato que recibí de mi Padre.»

 

 

Lunes 22 de abril de 2024

Evangelio según Juan 10,1-10

 

Puerta es el término que designa, tanto a las puertas fortificadas de las ciudades como las simples puertas de entrada de las casas particulares y las lujosas puertas de los palacios y templos.

Las ciudades estaban rodeadas de murallas con entradas únicas en las que se controlaba el acceso, y variaban según la importancia de la población.

Las puertas de los palacios y templos tenían dos hojas, a veces de bronce o de madera preciosa, giraban sobre goznes y se cerraban por dentro con trancas de madera.

La entrada de las casas corrientes, a veces se cerraba únicamente con una cortina, o no solía tener más que una puerta de una sola hoja de madera.

 

«En verdad les digo: el que no entra por la puerta en el corral de las ovejas, sino que salta por algún otro lado, ése es un ladrón y un salteador. El que entra por la puerta es el pastor de las ovejas. El cuidador le abre y las ovejas escuchan su voz; llama por su nombre a cada una de sus ovejas y las saca fuera. Cuando ha sacado todas sus ovejas, empieza a caminar delante de ellas, y las ovejas lo siguen porque conocen su voz.

A otro no lo seguirían, sino que huirían de él, porque no conocen la voz de los extraños.»

Jesús usó esta comparación, pero ellos no comprendieron lo que les quería decir.

Jesús, pues, tomó de nuevo la palabra: En verdad les digo que Yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que han venido eran ladrones y malhechores, y las ovejas no les hicieron caso. Yo soy la puerta: el que entre por Mí estará a salvo; entrará y saldrá y encontrará alimento.

El ladrón sólo viene a robar, matar y destruir, mientras que Yo he venido para que tengan Vida y la tengan en plenitud.

 

 

Martes 23 de abril de 2024

Evangelio según Juan 10,22-30

 

La fiesta de la “Dedicación del Templo” conmemoraba la restauración del nuevo altar y del sacrificio después de la profanación de Antíoco IV Epífane en el año 167 a.C.(Cfr. 2Mac 10,5). Era la fiesta de la luz, Janukkah, que se celebraba con el encendido de las lámparas que iluminaron la libertad reconquistada y símbolo de la luz de la Ley. Se celebra en el mes de diciembre,  

 

Era invierno y en Jerusalén se celebraba la fiesta de la Dedicación del Templo. Jesús se paseaba en el Templo, por el pórtico de Salomón, cuando los judíos lo rodearon y le dijeron: «¿Hasta cuándo nos vas a tener en suspenso? Si Tú eres el Mesías, dínoslo claramente.»

Jesús les respondió: «Ya se lo he dicho, pero ustedes no creen. Las obras que hago en el nombre de mi Padre manifiestan quién soy yo, pero ustedes no creen porque no son ovejas mías.

Mis ovejas escuchan mi voz y Yo las conozco. Ellas me siguen, y Yo les doy vida eterna. Nunca perecerán y nadie las arrebatará jamás de mi mano. Aquello que el Padre me ha dado lo superará todo, y nadie puede arrebatarlo de la mano de mi Padre. Yo y el Padre somos una sola cosa.»

 

 

Miércoles 24 de abril de 2024

Evangelio según Juan 12,44-50

 

La luz es signo de protección divina, de alegría, de felicidad, prenda de honestidad, de verdad y sabiduría, constituye en el fondo un ideal de cultura humana y religiosa.

 

Pero Jesús dijo claramente: «El que cree en Mí no cree solamente en Mí, sino en aquel que me ha enviado. Y el que me ve a Mí ve a aquel que me ha enviado Yo he venido al mundo como Luz, para que todo el que crea en Mí no permanezca en tinieblas.

Si alguno escucha mis palabras y no las guarda, yo no lo juzgo, porque yo no he venido para condenar al mundo, sino para salvarlo. El que me rechaza y no recibe mi palabra ya tiene quien lo juzgue: la misma palabra que yo he hablado lo condenará el último día.

Porque yo no he hablado por mi propia cuenta, sino que el Padre, al enviarme, me ha mandado lo que debo decir y cómo lo debo decir. Yo sé que su mandato es Vida Eterna, y Yo entrego mi mensaje tal como me lo mandó el Padre.»

Paso paralelo del Evangelio según: Mt 13,18-23.

 

 

 

Jueves 25 de abril de 2024

Evangelio según Juan 13,16-20

 

El servidor depende de su patrón y el enviado de quién lo envía. Nadie puede constituirse en autoridad por sí mismo. La felicidad consiste en sentirnos servidores y enviados, y así adquirir la misma autoridad y la misma vida de quién nos envía, o sea, la de ser hijos de Dios.

 

En verdad les digo: El servidor no es más que su patrón y el enviado no es más que el que lo envía. Pues bien, ustedes ya saben estas cosas: felices si las ponen en práctica.

No me refiero a todos ustedes, pues conozco a los que he escogido, y tiene que cumplirse lo que dice la Escritura: El que compartía mi pan se ha levantado contra mí. Se lo digo ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda, crean que Yo Soy.

En verdad les digo: el que reciba al que Yo envíe, a Mí me recibe, y el que me reciba a Mí, recibe al que me ha enviado.»

Pasos paralelos de los Evangelios según: Mt 10,24. Lc 6,40.

 

 

Viernes 26 de abril de 2024

Evangelio según Juan 14,1-6

 

Las rutas tuvieron especial importancia en el ministerio de Jesús, en particular la de Galilea hacia Jerusalén, y en la expansión de la Buena Noticia por Palestina, Asia Menor y Grecia. En general los caminos eran estrechos, ya que se hacían para las caravanas, cuyos animales caminaban en fila. Jesús se hace camino para toda la humanidad.

 

«No se turben; crean en Dios y crean también en Mí. En la casa de mi Padre hay muchas habitaciones. De no ser así, no les habría dicho que voy a prepararles un lugar. Y después de ir y prepararles un lugar, volveré para tomarlos conmigo, para que donde Yo esté, estén también ustedes. Para ir a donde Yo voy, ustedes ya conocen el camino.»

Entonces Tomás le dijo: «Señor, nosotros no sabemos adónde vas, ¿cómo vamos a conocer el camino?» Jesús contestó: «Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre sino por Mí.

 

 

 

Sábado 27 de mayo de 2024

Evangelio según Juan 14,7-14

 

Cuando los artesanos se organizaron en corporaciones, se dio consecuentemente el título de Padre al jefe de cada oficio, mientras a sus compañeros se les llamaba Hijos, igual que la relación de maestro a discípulos se expresaba en términos de padre e hijo.

La autoridad de la que gozaba el título de padre permitió la atribución del mismo a los sacerdotes, profetas, consejeros o visir de los reyes. En la época neotestamentaria era una denominación honorífica reservada a los escribas célebres y a los sabios.

 

Si me conocen a Mí, también conocerán al Padre. Pero ya lo conocen y lo han visto.»

Felipe le dijo: «Señor, muéstranos al Padre, y eso nos basta.» Jesús le respondió: «Hace tanto tiempo que estoy con ustedes, ¿y todavía no me conoces, Felipe? El que me ve a Mí ve al Padre. ¿Cómo es que dices: Muéstranos al Padre? ¿No crees que Yo estoy en el Padre y que el Padre está en Mí? Cuando les enseño, esto no viene de Mí, sino que el Padre, que permanece en Mí, hace sus propias obras.

Yo estoy en el Padre y el Padre está en Mí. Créanme en esto; o si no, créanlo por las obras mismas. En verdad les digo: El que crea en Mí hará las mismas obras que Yo hago y, como ahora voy al Padre, las hará aún mayores. Todo lo que pidan en mi Nombre lo haré, de manera que el Padre sea glorificado en su Hijo. Y también haré lo que me pidan invocando mi Nombre.